Una pareja de Indiana hizo sacar a su hijo de su casa después de que se negaron a afirmar su identidad como del sexo opuesto. Mary y Jeremy Cox, seguidores de las enseñanzas de la Biblia , piden a la Corte Suprema de Estados Unidos que conozca el caso.

Según The Christian Post , los padres se negaron a utilizar pronombres femeninos para identificar a su hijo, quien exigió que utilizaran un nombre femenino. En 2019, el niño reveló que se identificaba como una niña. En 2021, el Departamento de Servicios Infantiles de Indiana inició una investigación sobre los padres. Su hijo fue retirado de su cuidado y colocado en un hogar que afirmaba su identidad.

Entonces la pareja apeló a la Corte Suprema, argumentando que si no interviene, otros estados podrían usar estatutos similares para justificar la expulsión de niños si los padres se aferran a la realidad biológica y se niegan a afirmar la identidad de género de sus hijos. Los padres dicen que pueden cuidar mejor la salud mental de sus hijos.

“Amamos a nuestro hijo y queríamos cuidarlo, pero el estado de Indiana nos privó de esa oportunidad al sacarlo de nuestra casa y prohibirnos hablar sobre género con él. Tenemos la esperanza de que los jueces escuchen nuestro caso y protejan a otros padres de esta pesadilla”, dijeron los padres.

Apelación ante la Corte Suprema

Así, más adelante en el caso, durante una audiencia el 15 de noviembre de 2021, la agencia acordó desestimar varias acusaciones. Sin embargo, el tribunal aún dictaminó que el hecho de que el niño permaneciera bajo el cuidado de sus padres sería “contrario” a su bienestar. El tribunal dejó vigente una orden anterior que prohibía a los padres hablar sobre la identidad de género de su hijo durante las visitas con él.

Finalmente, un Tribunal de Apelaciones de Indiana confirmó más tarde que las constituciones estatales y federales permitían la restricción de la instrucción religiosa de los padres. Después de que la Corte Suprema del Estado de Indiana se negó a aceptar el caso, los Cox buscaron ayuda del tribunal más alto del país.

Según Laura Slavis, abogada que representa a los padres, si el Tribunal Supremo no acepta el caso, sentará un “precedente peligroso”. Teme que cualquier Estado pueda utilizarlo para sacar a un niño del hogar basándose en las creencias religiosas de los padres. Defiende la importancia de que este caso envíe “un mensaje muy claro de que es inconstitucional”.

“También plantea serias preocupaciones sobre el discurso. Discurso entre un padre y su hijo en casa, sobre las creencias religiosas de los padres. Hay dos grandes cuestiones en este caso: una es el hecho de que se llevan al niño únicamente por las creencias religiosas de los padres sobre la sexualidad humana. Y la otra es lo que un padre puede hablar con su hijo en los confines de su propia casa”, concluyó.

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