Enjy Malak Baseet, una cristiana egipcia de 25 años, está desaparecida desde el 11 de octubre. Trabajó en una oficina inmobiliaria y llevó una vida tranquila. Sin embargo, en un escenario trágico que refleja la realidad de muchas jóvenes cristianas en Egipto, un día salió de casa para ir a trabajar, pero nunca llegó. Preocupada, su familia comenzó a buscarla.

Según Global Christian Relief, su padre, Malak, buscó por todas partes pero no pudo encontrarla. Luego llamaron a familiares y amigos para ver si alguien sabía dónde estaba, pero nadie la había visto. Al día siguiente, la madre de Enjy recibió una llamada escalofriante.

“Mi esposa recibió una llamada de un número no identificado. El hombre que habló por teléfono dijo que Enjy estaba con él. Le pidió a mi esposa que no buscara a Enjy y le dijo que nunca la volveríamos a ver”, explica Malak.

Entonces, desesperado, Malak acudió inmediatamente a la policía. Sin embargo, lo que claramente era un caso de secuestro fue registrado como persona desaparecida y la policía se negó a investigar. Días después, Malak regresó a la comisaría en busca de información. La policía ni siquiera localizó el número de teléfono con el que había llamado su mujer

“Me sorprendió descubrir que habían desestimado y cerrado el caso sin buscar más información. Les dije que creía que habían secuestrado a mi hija. Les comenté de la llamada, pero me dijeron que el reporte era de persona desaparecida y estaba cerrado. Todavía no sé dónde está mi hija. Estamos en una situación muy difícil”, informa.

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