El pasado miércoles (24), la capital estadounidense, Washington, fue escenario de violentas manifestaciones antiisraelíes y pro-Hamás mientras el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pronunciaba un discurso ante el Congreso estadounidense. Durante las protestas, se vio al menos a un manifestante enmascarado portando una bandera del grupo terrorista Hamás, y se escuchó a otros gritar “Allahu Akbar” (Dios es grande).
Los manifestantes también quemaron una bandera estadounidense y destrozaron una estatua de Cristóbal Colón con el mensaje “Hamás viene”. En otro acto de vandalismo, la bandera estadounidense fue retirada y reemplazada por la bandera palestina, y se prendió fuego a la bandera israelí.
Un video compartido en las redes sociales mostró a una persona tratando de salvar la bandera estadounidense mientras era quemada en Union Station. La persona fue perseguida por los manifestantes, quienes lograron arrebatarle la bandera. Más tarde fue fotografiado mostrando una parte.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, reaccionó en X (anteriormente conocido como Twitter) llamando “terroristas” a los manifestantes que portaban la bandera de Hamás.
Las protestas, organizadas por Answer Coalition y Code Pink, tuvieron lugar frente a la Galería de Arte y contaron con discursos de varias organizaciones, incluido el Partido por el Socialismo y la Liberación. Muchos carteles criticaron a Netanyahu, llamándolo “criminal de guerra”.
Dentro del Capitolio, la congresista Rashida Tlaib sostenía un cartel que decía “criminal de guerra” mientras observaba el discurso de Netanyahu. Otros lemas de los manifestantes incluyeron “Detengan el genocidio”, “Dejen de armar a Israel” y “Fin de toda ayuda estadounidense”, y la multitud coreó frases como “Palestina libre” y “Del río al mar…”.