Mary y Jeremy Cox, padres cristianos en Indiana, pidieron a la Corte Suprema de Estados Unidos que revisara su caso después de que el Departamento de Servicios para Niños de Indiana sacara de su hogar a su hijo identificado como trans.
El caso se inició en junio de 2021 por desacuerdos sobre la identidad de género del hijo. El Departamento inició una investigación debido a la negativa de los padres a utilizar los pronombres y el nombre femeninos autodeclarados de su hijo.
El tribunal confirmó la decisión de retirar la custodia, citando preocupaciones por el bienestar de la niña en un entorno que no afirmaba su identidad de género.
Los Cox buscan la intervención de la Corte Suprema de Estados Unidos, argumentando a favor de la protección de los derechos de los padres, la libertad de expresión y el libre ejercicio de la religión.
El caso generó controversia e inspiró legislación en Indiana. El resultado podría afectar significativamente los derechos de los padres en Estados Unidos, ya que la Corte Suprema decidirá en abril si se hará cargo del caso.
El abogado de los Cox criticó el “poder arbitrario y casi absoluto” de los tribunales sobre los derechos de los padres, enfatizando el derecho de los padres capaces de criar a sus hijos de acuerdo con sus creencias y juicios.