Entre el 4 y el 8 de junio de 2024 se produjo una serie de ataques devastadores en aldeas de la región de Kivu Norte de la República Democrática del Congo (RDC). Estos ataques provocaron la muerte de al menos 80 cristianos y la destrucción total de varias viviendas. El 7 de junio fue particularmente trágico, con más de 50 cristianos asesinados en un solo día.
Los ataques fueron atribuidos a las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo armado vinculado al Estado Islámico. Las ADF son conocidas por sus esfuerzos por imponer la conversión forzada al Islam, lo que intensifica la persecución contra las comunidades cristianas en la región.
Además de los muertos, varias personas siguen desaparecidas tras los ataques. Entre los desaparecidos se encuentran el pastor Paluku Katahiindwa Claude y su esposa, Katungu Vyahasa Esther, a quienes no se les ha visto desde que partieron hacia su granja el 15 de mayo.
Los líderes cristianos locales, incluido el pastor Kambale Aristote de la iglesia CECA20, están pidiendo urgentemente oraciones a los cristianos de todo el mundo. El pastor Aristote enfatizó que la oración es la única respuesta eficaz a esta intensa persecución. Pide oraciones continuas, no sólo por la protección y la paz de las comunidades afectadas, sino también por la seguridad y el regreso del pastor Claude y su esposa.
La portavoz de Puertas Abiertas para África Subsahariana, Jo Newhouse, describió los ataques como “horribles” y destacó el impacto devastador en las comunidades cristianas. Los ataques se producen en un momento crítico para los agricultores mientras se preparan para cosechar. La violencia interrumpió estas actividades, lo que provocó desplazamientos forzados y una mayor inseguridad alimentaria para muchas familias.
Jo Newhouse pidió a la comunidad internacional que intervenga de manera efectiva, garantizando que el gobierno de la República Democrática del Congo proteja a las comunidades afectadas y brinde apoyo adecuado a los desplazados. La situación requiere medidas urgentes para evitar más muertes y sufrimiento.