El lunes (29de Abril), el Consejo Nacional de Política Penal y Penitenciaria (CNPCP), vinculado al Ministerio de Justicia, publicó una resolución en el Diario Oficial de la Unión que prohíbe la evangelización en las prisiones, provocando una respuesta de la bancada evangélica en el Congreso. .
Según información de Gazeta do Povo, la norma tiene como objetivo impedir la conversión religiosa de los presos, argumentando que su objetivo es garantizar la libertad religiosa en el ambiente penitenciario. La resolución establece que las autoridades del sistema penitenciario deben evitar el “proselitismo religioso” de cualquier creencia, así como los intentos de convertir a los reclusos a una fe distinta a la que profesan, o incluso a aquellos que no tienen religión.
Diputados y senadores de la bancada evangélica expresaron su preocupación por la medida. El diputado federal Cabo Junio Amaral (PL-MG) afirmó que la resolución representa una persecución religiosa contra los cristianos e invitó al presidente del consejo, Douglas Martins, a brindar aclaraciones en la Cámara de Diputados.
El diputado federal Mesías Donato (Republicanos-ES) argumentó que la medida busca impedir que los evangélicos lleven el mensaje de Dios a las cárceles, criticando los esfuerzos por limitar la difusión de la palabra de arrepentimiento y perdón entre los reclusos.
El senador Magno Malta (PL-ES) expresó su preocupación por la actuación del Consejo del Ministerio de Justicia, destacando que la medida podría derivar en persecución religiosa en las prisiones brasileñas. Malta destacó la importancia de la fe cristiana en la transformación de los presos y anunció que seguirá de cerca la evolución de esta cuestión.
En respuesta, el CNPCP argumentó que la resolución fue ampliamente discutida y presentada a los concejales en marzo, con el objetivo de garantizar la libertad de conciencia y de creencias, así como el libre ejercicio del culto religioso en espacios de privación de libertad. También según el Consejo, la recomendación tiene como objetivo impedir el proselitismo religioso en las prisiones, negando que se haya prohibido la conversión de presos y reiterando que no existe ningún tipo de persecución religiosa.
